domingo, septiembre 24, 2006

Folleto para imprimir

Exterior- Contraportada y Portada. Doblar en dos sobre el centro.

Interior del folleto



Hay un alma

rondando mi vivencia,

una cierta postura

apoyada en mi conciencia.

Nunca queda

al olvido relegada,

y me habla

sin gritos ni estridencias.

Es concreta,

en impulsos que me diera

y es perenne,

en las formas que tomara.

Y si acallo su murmullo,

se incomoda...

Y me molesta!

(Que aunque mía

en su momento,

me coarta

a su manera.)

*

Cuantas veces

enfrentadas,

porfío en la defensa

de elecciones personales

y las modas que se llevan.

Mas al poco,

y de cara a su presencia

ríndome en abjuraciones

a los pies

de mi conciencia.

Mt.




martes, septiembre 12, 2006




Se prolonga un instante de dolor.

Como la arena corrediza
entre los dedos de un dios
obstinado en detener
el tiempo en su miseria.

Se propaga el cansancio,
la tensión y la fatiga.
Y la frente se me postra,
agota, compungida.

Hay finales predecibles
para toda historia, sin vivirla.

Y un hondo lugar donde se quedan
las rutas nunca andadas,
por frustradas, incumplidas.

Pero todo,
mundo, tiempo,
humanidad, dolor y vida
toman formas indecibles
desde guerras,
donde el odio
es quien domina.

Hay instantes de dolor.
Y dolor, que se eterniza.

Mt-06


domingo, septiembre 10, 2006



Muda en su intención,

la voz se postra.
Calma impera

y aplaca la sed de la conciencia.


Y no hay hambre entre las bocas

ni luz conmovedora,

por sernos lo que son e invaden,

por dar en la impaciencia

su demora.


Alójate sobre la desnudez,

si es que la encuentras,

de la voz desposeída del instinto

que ya todo lo que fuiste

fue olvidado,

y enterrado queda hoy

bajo tapas de algún libro.


Muda boca.

Cero celo.

Dios heraldo.

*
No se acabará la noche

por huirle a la mañana,

ni la luz del amanecer

robará los deseos del instinto.
Pero enmudecidos quedan

y la oscuridad se ahoga

en el pozo de ambiciones

que vislumbra.


Toda luz

toda estirpe,

toda cuna,

bien llegada sea

al cobijo de la aurora.


*

Vuelo en solitario

hasta vislumbrar tus ojos;

la vida se me planta

y caigo en picado.


***
Con el peso de la fe que me encadena

a ese ruido de la voz de la conciencia

(y su carga de justicia e ideales),

se me rompe en mil pedazos la entereza

y me someto, derrotada, a mi condena.


Habrá Dios, que por serlo, a mí atormenta;

habrá milagros, que regala y habrá ofensas...

Y en la dicha de lo hallado

y en duelo de lo ido

queda Dios, mudo y callado

como simple espectador

de mi quebranto.


Si será que su mano me ha dejado

o quizás, que en mi ego, me he perdido...

Tiemblo mansa,

grito furia, mas no acabo...

Acusando la fatiga de mis dudas.
¡Ay! Mi Dios...

¡Al asalto está la vida!


-Mt-

lunes, septiembre 04, 2006

N.Y.


Una mole creciente de fachadas.
Avenidas anchas... Calles estrechas.
Un mundo de almas
atrapadas tras mil puertas.
Dolores acallados
bajo el rugido de ruedas.
Y hombre que se visten
de trajes-hábitos
de rituales... Por monedas...

Un aire cargado
de fricción interna.
Y todos, respirando...
infectados, contagiados
del mal de la ciudad
que todo aqueja.

Mt.


Desde la profundidad del vientre
asciende la voz:

Un estertor
rompe la calma.

Habría que ser de piedra
para acallar el dolor
de tanta humanidad
masacrada.

Pero ni la roca dura,
ni el frío rincón
del claustro soñoliento,
consiguen acallar
la lucha desencadenada
entre pueblos que pretenden
saber del dios
que reina sobre la nada.

Mt.