La percepción de uno mismo se desborda hacia el exterior en palabras e imágenes concretas...
El toque aterciopelado de sus labios,desgranó sobre mi piel un deseo enardecido...Y en aquel incendio de suspirosfuimos voraces, hambrientos y generosos como el río que se da a un mar que se lo traga. El me lo dió todo;yo no pedí nada...
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