Otoño
Cerraré mis ojos bajo los árboles:
plenitud otoñal, música etérea...
El vaivén de altivas ramas musitando
mil historias de pasadas primaveras.
Y una hojita desprendida de su rama,
cosa de azar, suerte o quimera,
acaricia mi rostro un corto instante
cual un beso de amistad que me ofreciera.
Y yo sonrío, complicidad con estos años
que a mis ojos hacen ver, aún a ciegas.
No hay tristeza ni oquedad de las entrañas,
ni del árbol, ni de mí... Todo aún espera!
Maite